El potencial de los hijos de Junín

Escribe: Mario Meoni
Jefe del Gobierno Local
En el marco de la convocatoria al Diálogo para el Desarrollo que hemos impulsado, es de suma importancia escuchar la voz de los sectores más dinámicos de nuestra ciudad. Siempre consideré a la familia como la primera y más importante institución de nuestra sociedad, y a los jóvenes como el reflejo más próximo de su potencialidad hacia el futuro.
Como responsable máximo del Gobierno Local de Junín he tenido una fuerte confianza en la capacidad y compromiso de la juventud. Es así que nunca reparé en prejuicios para sumar a mi equipo de trabajo a jóvenes formados y con vocación de hacer su aporte desde la función pública.
Me siento orgulloso de contar con un gabinete que se nutre de la experiencia y la sabiduría de los años, pero también de la fuerza y la innovación de las nuevas generaciones.
Veo con satisfacción además que esta iniciativa que hemos tomado a nivel Municipal también se replica en otros ámbitos donde son cada vez más comunes los ejemplos de jóvenes que se involucran y aceptan el desafío de convertirse en referentes culturales y deportivos, dirigentes gremiales y barriales, profesionales destacados, emprendedores, dinamizando los espacios en los que interactúan con la impronta característica de su franja etaria.
Quiero entonces, hacer extensiva la invitación al Diálogo por Junín a cada uno de los hijos de nuestra ciudad, a estos jóvenes que a través del esfuerzo personal y el de sus familias, han invertido tiempo valioso de sus vidas en su formación profesional, en su participación y compromiso social. Necesitamos nutrirnos de su agudeza intelectual, interpretar sus visiones y consensuar las expectativas del Junín de los próximos años. Por lo cual, en los próximos días, haremos la convocatoria formal para escuchar y debatir con aquellos jóvenes que puedan aportar ideas nuevas para la evolución de nuestra ciudad.
Todos somos responsables del crecimiento que ha tenido Junín en estos últimos 10 años.
Juntos vamos construir el orden y el desarrollo que nos merecemos.