La vuelta del partido Unitario

Por Maximiliano Berestein 

Según el historiador Felix Luna, “Unitario era aquel que se mostraba convencido del predominio de Buenos Aires sobre el interior, que basaba la riqueza del país, casi únicamente en los ingresos de la aduana porteña; que se nutría de las ideas y costumbres liberales de moda en Europa; y que estaba seguro que el poder debía ser ejercido por las minorías cultas”.
En medio de la tensión y la expectativa que genera la recta final hacia las paso del 9 de Agosto, deberíamos prestar mucha atención a las declaraciones y definiciones que toman los candidatos al máximo órgano ejecutivo de nuestro país.
El Pro, en particular su gerente Mauricio Macri, desestimó tajantemente y con total soberbia la posibilidad de ir a una PASO con toda la oposición, justificándose en su deseo de mantener la “pureza” de su espacio. Y con ello hipotecó la oportunidad de disminuir concrétamente las posibilidades del actual gobierno, ya que se podría haber permitido al electorado conocer en las primarias al candidato de la oposición y forzar de esta manera en el peor de los escenarios la instancia de ballotage.
Esta semana, casi en un acto de subestimación a los bonaerenses, se anunció que la fórmula de este partido político para la provincia de Buenos Aires estaría conformada por la actual vice jefa del gobierno porteño, Eugenia Vidal, y el actual vicepresidente de la legislatura porteña, Cristian Ritondo, ambos viviendo y desarrollando su carrera política desde hace años en la ciudad autónoma de Buenos Aires.
Ademas, si pensamos en el único candidato a gobernador propio del Pro, que es de la provincia de Santa Fe, tenemos que saber que se desarrolló y alcanzó su éxito artístico y profesional en la calle Corrientes de la capital Nacional, lo que seguramente lo dotó de la “pureza” que exige el espacio..
Como joven del interior me preocupa el destino de mi país, y me siento involucrado con el proceso electoral que estamos transitando. Considero que nuestro sistema democrático necesita un cambio, hay que reconstruir las instituciones y la credibilidad de la palabra, la confianza en la justicia y los valores republicanos basados en los principios de federalismo.
Pero también me preocupa la dirección del cambio, me preocupa la reducción del estado, la concentración del poder, la banalidad de la política, la desigualdad social y el concepto de “pureza”. No podemos seguir construyendo historia a la imagen y beneficio de nuestra capital federal y la elite empresarial, debemos fortalecer las autonomías de las provincias y afianzar la identidad regional. Para ser más concreto, el “metrobus” y la “bicisenda” no resuelve la problemática del tránsito en Tilcara y los expertos porteños no son una garantía a los problemas del interior del país.
Hoy me encuentro trabajando en un espacio plural, que administra un Gobierno Local con identidad propia, que desarrolla la ciudad respetando el orgullo del juninense, que nos posiciona frente a otras ciudades como miembros de una misma familia. Y al mismo tiempo, acompaño un propósito Nacional que con la bandera de la pluralidad siente la responsabilidad y el compromiso de representar a millones de argentinos que esperan un cambio justo, que no quieren ni la continuidad del autoritarismo y la segmentación, pero tampoco conciben la soberbia elitista que exige pureza, ni el regreso a los 90.